En primer lugar, elige un amplificador operacional que pueda soportar tu rango de voltaje operativo esperado. Esta información se puede obtener mirando los voltajes de alimentación del amplificador. Los voltajes de alimentación probablemente serán VDD (+) y tierra (fuente única), o el amplificador puede ser capaz de soportar tanto una fuente positiva como negativa. Una fuente negativa es útil si la salida necesita soportar voltajes negativos.

En segundo lugar, considera el GBP del amplificador. Si tu aplicación necesita soportar frecuencias más altas, o requiere un rendimiento superior y una distorsión reducida, considera amplificadores operacionales con GBPs más altos. También se debe considerar el consumo de energía, ya que ciertas aplicaciones pueden requerir operación de bajo consumo. Los requisitos de energía recomendados generalmente se pueden encontrar en la hoja de datos de la pieza, y generalmente se enumeran como corriente de suministro y consumo de energía. El consumo de energía también se puede estimar a partir del producto de la corriente de suministro y el voltaje de suministro. Generalmente, los amplificadores operacionales con corrientes de suministro más bajas tienen un GBP más bajo, y se corresponden con un rendimiento de circuito más bajo. Para aplicaciones que requieren mayor precisión, el diseñador debe prestar especial atención al voltaje de desplazamiento de entrada del amplificador, ya que este voltaje conduce a un desplazamiento en el voltaje de salida del amplificador.